jueves, 19 de junio de 2014

"CINE-BIS" EN FILMOTECA ESPAÑOLA

El viernes 28 de marzo de 2014 tuvimos el honor de presentar en la madrileña sede de Filmoteca Española el nº 1 de Cine-Bis (publicación que saqué a la luz a finales del año pasado y de la cual puede leerse más información en la entrada de este blog fechada el 6-10-13). A las 19:30 h, en la Sala 1 del Cine Doré, nos reunimos algunos de los artífices del número inaugural para compartir con todos los aficionados que abarrotaban la platea nuestra satisfacción por el nacimiento de Cine-Bis. Carlos Aguilar, como anfitrión, y Pablo Herranz, Ángel García Romero, Fernando Rodríguez Tapia y un servidor, llegados respectivamente desde Valencia, Soria, Valladolid y Bilbao, contamos a los asistentes nuestras impresiones tras esta ilusionante experiencia editorial. Y además, como complemento posterior a la charla, pudimos disfrutar de la proyección en VOS de uno de los títulos fundamentales de la Blaxploitation, nada menos que Las noches rojas de Harlem (Shaft, Gordon Parks, 1971).
Un auténtico placer para nosotros reunirnos en Madrid y pasar unos días en compañía también de la mujer de Carlos, Anita Haas, los entrañables Eugenio Martín y Lone Fleming, y algún veterano colaborador de Quatermass, como Pedro Gutiérrez Recacha; todos compartimos apasionadas charlas cinéfilas, y, naturalmente, buena mesa: la tournée gastronómica, indispensable en estos casos, incluyó restaurantes no poco emblemáticos como Volapié, Cinco Jotas, la Bodeguilla Los Rotos, el cubano La Colonial… Así como las inevitables visitas a las librerías “de viejo” y las famosas casetas de la Cuesta de Moyano, en busca del ejemplar raro, antiguo o descatalogado, y donde conseguimos algunas interesantes joyas fechadas en los años 50 y 60.
En cualquier caso, y para dejar constancia en este blog de tan inolvidable paso por Filmoteca, transcribo aquí nuestras intervenciones durante la presentación, acompañando el texto con diversas imágenes del acto.
Desde este blog, y desde Cine-Bis, quiero asimismo agradecer de manera especial a Catherine Gautier, directora adjunta de Filmoteca, su gentil y excelente gestión en lo relativo a la celebración del evento.


CARLOS AGUILAR: Hola, buenas tardes, gracias por estar aquí acompañándonos en un momento que para nosotros es muy especial. Es muy especial, subjetivamente, por la implicación que hemos volcado en esta publicación, y también lo es, objetivamente, porque no todos los días aparecen revistas de cine en España. Esta, además, es una publicación bastante insólita en todos los sentidos: la manera en que está hecha, los temas que aborda, etc. Se llama Cine-Bis, como veis, y para mí es un honor estar aquí con el coordinador, diseñador, responsable máximo de la revista, y con cuatro colaboradores igualmente excelsos que han cubierto las partes correspondientes. Sin más, les voy a dar la palabra para que cada uno hable de cuál es su valoración, de qué ha supuesto para ellos participar en esta revista, en este primer número de Cine-Bis al cual auguramos una vida larga y fructífera, siempre bajo el mismo planteamiento que ha presidido este primero, es decir, cubrir huecos: hablar de una serie de temas de los cuales no hay bibliografía, o apenas, o de manera muy dispersa en lengua española, de forma que así exista una opinión responsable, cualificada y, espero también, inteligente sobre estas lagunas tristes que hemos tenido hasta ahora. En primer lugar habla Ángel García Romero, que ha cubierto la parte de la ciencia-ficción catastrofista del cine americano de los años 60-70.

ÁNGEL GARCÍA ROMERO: Estoy encantado de estar aquí presentando esta publicación en la que, de todos los colaboradores que han trabajado con Javier, quizá yo sea el más veterano, por razones obvias debido a que somos hermanos; he colaborado con él en todas sus publicaciones, desde las más amateurs, allá en nuestra tierna infancia, hasta esta que presentamos ahora, pasando por Quatermass, por supuesto, que quizá sea la más conocida. Normalmente yo me he encargado de las secciones musicales, bandas sonoras y compositores cinematográficos, que es mi especialidad, pero en esta ocasión mi hermano me propuso este tema sabiendo que es una modalidad que a mí me interesa bastante, la ciencia-ficción catastrofista característica de la mentalidad pesimista que se impuso en Estados Unidos durante esa época, una década, los años 70, que me resulta particularmente grata. Además, el cine objeto de mi estudio tiene características insólitas que trascienden la mera visión apocalíptica, al integrar las preocupaciones propias de la época: la superpoblación, la falta de recursos naturales, el interés por la ecología, la violencia y la inseguridad ciudadana, la aparición de virus mortales…  Por supuesto no pude negarme a colaborar con Javier, ni quería negarme, pues para mí siempre es un placer trabajar con él. Realmente, espero que de los que estéis aquí algunos conozcáis la revista y quienes no la conozcáis espero que hagáis lo posible por conseguirla y por disfrutar con mi artículo y, así mismo, con los de mis compañeros.


CARLOS AGUILAR: Habla ahora Pablo Herranz. Al igual que Ángel ha venido expresamente de Soria, Pablo ha hecho lo propio desde Valencia y ha cubierto una parte también muy interesante en la revista, como son las adaptaciones al cine de las novelas del escritor italiano Leonardo Sciascia.

PABLO HERRANZ: La verdad es que cuando me llamó Javier G. Romero para colaborar en esta nueva publicación me pareció un proyecto muy interesante, sobre todo porque bajo el subtítulo “Cine de género alrededor del mundo” se adivina un concepto bastante novedoso, una plataforma mediante la cual se pueden abordar una serie de temas con muy poca bibliografía. En mi caso, le propuse un artículo muy al estilo americano, que consiste en unir un par de películas con un nexo común; en este caso me tocó hablar del “Dueto siciliano”, dos novelas, A cada uno lo suyo y El día de la lechuza, escritas en los años 60 por Leonardo Sciascia, que fue luego diputado del PCI, y que disfrutaron de dos prontas adaptaciones en la misma década, unidas también por el nexo común que supone disponer del mismo guionista, Ugo Pirro. Además de dar paso a lo que fue el cine italiano sobre la Mafia, en base a estos dos libros firmados por una persona que conocía de primera mano lo que es el fenómeno mafioso. Fenómeno, por otra parte, que sigue existiendo en la actualidad; tú vas a Palermo y allí siguen pagando el “pizzo”, el impuesto de la Mafia, mientras conviven con camisetas de “El Padrino”. Por tanto, era muy interesante hablar de estas películas a las que no se había dado la importancia debida como iniciadoras, nada menos, que del Poliziesco, el cine policiaco italiano, género que, por otra parte, tiene un complemento magnífico en este nº 1 de Cine-Bis con la entrevista a Fernando di Leo que firma Carlos.

CARLOS AGUILAR: Como suele decirse, yo de mi participación no hablo, para no extenderme; pero ya que lo ha mencionado Pablo, sí, he aportado dos entrevistas, una con Fernando di Leo, que era un productor, director, guionista italiano muy loco, muy bestia, muy interesante, absolutamente anómalo, no precisamente modesto tampoco, del que quizá hayáis visto alguna película, como Nuestro hombre de Milán, Secuestro de una mujer o Milán, calibre 9. Y con Helga Liné, actriz alemana afincada en España, pero que ahora vive en Argentina, y muy representativa del formidable cine Bis europeo de los años 60-70. Pues bien, tenemos otro invitado, también venido expresamente a Madrid para la presentación, en este caso de Valladolid, Fernando Rodríguez Tapia, que ha cubierto la parte del Blaxploitation, que es como se denomina de un tiempo a esta parte estas películas de acción que se hacían a primeros de los años 70, protagonizadas por afroamericanos y dirigidas en teoría también a un público afroamericano; en cualquier caso, tuvieron tal éxito que la audiencia se amplió, modalidad de la cual el paradigma, el primer éxito de verdad, es precisamente la película que hemos escogido para hoy, Las noches rojas de Harlem, que introduce el personaje de Shaft. Adelante, Fernando.


FERNANDO RODRÍGUEZ TAPIA: Cuando Javier se puso en contacto conmigo, primero me quedé un poco perplejo, pero luego acepté sin pensarlo más. Primero, porque podía hablar de una de mis pasiones, la cultura y el cine afroamericanos, y luego porque me permitía dar rienda suelta a una serie de títulos y reflexiones que podía aportar, e ir un poquito más allá de lo habitual en los acercamientos a la Blaxploitation o al cine afroamericano de los 70. Mi artículo está dividido en dos mitades: en esta primera parte, que es la publicada en este Cine-Bis, hablo sobre todo de los orígenes, de las bases sobre las que se asienta, pero también de su manifestación más conocida, el thriller, el policiaco, modalidad que se extiende durante prácticamente toda la década. Lo he enfocado simplemente dando unas pautas para que quien no lo conozca se familiarice con ello; de la misma manera que yo en un momento dado me enganché, si después de leerlo el aficionado experimenta un mayor interés, puede seguir indagando ya que posee muchos ingredientes disfrutables, hay películas buenas, malas, muy malas, pero numerosas aportaciones, elementos de índole social, bandas sonoras maravillosas... Pienso, además, que el resultado final de Cine-Bis ha quedado muy setentero; yo que soy un enamorado de la cultura de los 70 creo que la revista posee muchas referencias al cine de esa época, y a la riqueza social, cultural, de aquel momento. Naturalmente, y por último, quiero decir que estoy encantado de colaborar con gente a la que he leído y he admirado durante muchos años.

CARLOS AGUILAR: Le ha llegado el turno a Javier G. Romero, el creador, el alma mater, el diseñador, el editor…, el todo de Cine-Bis, y que además se ha encargado de un par de textos, sobre el cine fantástico filipino y una entrevista al director del fanzine Monster World.


JAVIER G. ROMERO: Bueno, muchas gracias Carlos por esta introducción, muchas gracias también a Filmoteca por darnos la oportunidad de presentar aquí nuestra publicación, y gracias a vosotros, por supuesto, por estar aquí para escucharnos y conocer la existencia de nuestra revista. Efectivamente, como consecuencia obvia de otras publicaciones mías anteriores, concretamente de Quatermass, que es una revista especializada en cine fantástico, uno de los géneros populares más emblemáticos, parecía lógico pensar que antes o después yo podía meterme en este “berenjenal” de sacar adelante una publicación tan en principio complicada como Cine-Bis, dedicada a todos los géneros cinematográficos, todos los géneros populares por antonomasia. La idea de Cine-Bis es tratar, sin exclusiones, el western, el musical, el cine de animación, el cine erótico, el cine de aventuras en todas sus modalidades, el policiaco y el thriller, la comedia, el fantástico, el terror, la ciencia-ficción…, sin caer, no obstante, en el frikismo gratuito, sino desde un punto de vista riguroso, pero haciéndolo asequible a todo tipo de lectores y aficionados, desde los más exigentes hasta los que empiezan y quieren tener una primera toma de contacto con los géneros en estado puro. No tiene exactamente Cine-Bis un carácter, digamos, retrospectivo, por mucho que nos centremos sobre todo, pero no de forma exclusiva, en las cinematografías de los años 60 y 70; lo que se pretende, de alguna manera, es recordar a los más veteranos aquel cine de su infancia, adolescencia y juventud, así como darlo a conocer a las nuevas generaciones y, por supuesto, darnos la ocasión a nosotros, que lo vivimos en mayor o menor medida, dependiendo de la edad, de sumergirnos en un cine que nos es tan grato, pues ha supuesto un hito especial en nuestra formación sentimental, incluso intelectual. El cine de los 60, el de los 70, es hoy en día el gran olvidado, una época en la que se hacían películas que en la actualidad sería imposible sacar adelante en la industria coetánea. Películas en muchas ocasiones incluso políticamente incorrectas; las vemos hoy y nos preguntamos cómo es posible que en los años 70 se hiciese tal o cual película, con esta u otra temática. Hoy sería impensable en el reino de lo políticamente correcto, que lo está corrompiendo todo, sería directamente inviable. Por esta razón creo que Cine-Bis aporta también ese punto de vista, esa plataforma para acercarnos a un cine que, aunque algunos lo ignoren o lo rechacen, supuso el pilar sobre el que se asienta hoy la industria del cine en general. Antes que nada, quiero hacer un aparte para reconocer a mi equipo de colaboradores sus excelentes textos, nunca estaré lo suficientemente agradecido. Incluyo, claro está, a Pablo Fernández y Adrián Sánchez, respectivamente autores de los artículos sobre el cineasta Alain Corneau y la película checa El incinerador de cadáveres, y que debido a diferentes obligaciones no han podido estar hoy aquí con nosotros. Todos ellos han sabido sacar de cada tema hasta la última substancia, hacerlo asequible, emocionante, transmitir sus vivencias…. Ya os digo que muchos hemos vivido aquel cine en su época; y sobre todo también han sabido ser didácticos y poner a nuestro alcance, de forma ordenada e inteligible, una serie de conocimientos, de nombres y de títulos que conviene rescatar. Aprovechad los que consigáis un ejemplar de Cine-Bis para revisar esas películas en DVD o en plataformas digitales, porque merece la pena recuperar este cine que yo me atrevería a calificar como muchísimo más apasionante que el que se está haciendo hoy en día; no porque sea moderno ha de ser necesariamente peor, pero aquel cine, como os digo, se revela audaz, inquieto y, sobre todo, políticamente incorrecto; pero todo dentro de un orden, tampoco nos desmadremos. Bueno, sin más, yo me reitero y os agradezco que estéis aquí. Le paso la palabra a Carlos Aguilar.



CARLOS AGUILAR: Simplemente, agregarme a lo que ha dicho Javier, porque me parece que conviene hacer hincapié en ello, y es que no se trata de una revista freak; no tenemos nada contra lo freak, simplemente no nos gusta lo freak. Lo cual supongo que significa tener algo contra lo freak. Bueno, bromas aparte, son textos que están muy cuidados, la maquetación igualmente, a todo color, busca sobre todo una elegancia en la presentación y un respeto a los temas tratados; de lo más alto a lo más bajo lo merece, y merece una aproximación realmente cualificada, seria, objetiva y subjetiva al mismo tiempo, pero, insisto, con elegancia y con estilo. De ahí que en este número coexistan desde el Blaxploitation, que por supuesto era directamente casposo, pero que como nos ha explicado Fernando poseía muchos valores, hasta un cineasta francés tan interesante, tan selecto, tan exquisito incluso, como Alain Corneau. Siempre se le recuerda por Todas las mañanas del mundo, una película maravillosa sobre música clásica, pero realmente sus mejores títulos son los policiacos que hizo con Yves Montand, y así queda reflejado. Pero no sólo Corneau, así mismo el Blaxploitation o el cine de terror filipino, que también era muy cutre pero es curioso de conocer. Entonces, se trata de una aproximación elegante y cualificada a temas de todo tipo con el vínculo del cine de género. Para mí confieso que ha sido un placer trabajar con Javier, hemos colaborado juntos muchas veces a lo largo de unos veinte años, redondeando fechas. A veces me ha llamado él a mí, otras veces le he llamado yo a él… Hicimos juntos el libro sobre mi querido amigo John Phillip Law, actor americano, desgraciadamente fallecido un poco antes de que saliera de imprenta, y fue muy triste, muy doloroso para Javier y para mí; aquélla fue una de las colaboraciones sin duda más intensas, más estrechas que hemos compartido. Por supuesto, seguimos colaborando para el siguiente número, y aquí estamos. Os dejamos con Shaft, que en su día fue una película muy popular también en España; yo recuerdo haberla visto cuando se estrenó en el finado Palacio de la Música, allá por el año 72, y la canción sonaba continuamente por todas partes, un tema que compuso Isaac Hayes dentro de una banda sonora soberbia que hizo un trombonista de jazz, genial, muerto hace poco, J.J. Johnson. Muchas gracias por escucharnos, y larga vida a Cine-Bis.


8 comentarios:

  1. Mil gracias por la parte que me toca, caballero. Un placer, un honor y todo un aprendizaje el haber participado.

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    1. El placer es mío, Adrián. ¡Gran trabajo con "El incinerador de cadáveres"! ¡Seguiremos colaborando!

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  2. Mi enhorabuena, amigo Javier, para ti y para todos los que habéis colaborado en esta publicación, cuya sola existencia en el panorama actual ya me parece una heroicidad. ¡Un abrazo!

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    1. Amigo Tomás, viniendo tan gentil observación de un profesional de tu valía es un auténtico honor. Además, como coordinador de nada menos que “Dirigido por” (una de mis revistas de cabecera de siempre) entiendes perfectamente lo que supone impulsar una publicación de cine en estos tiempos, y el esfuerzo titánico que implica sacarla adelante con los medios, casi siempre precarios, de los que disponemos los “locos” que a esto nos dedicamos. Al menos, ilusión y ganas no faltan.
      ¡Un fuerte abrazo, compañero!

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  3. ¡Qué casualidad!.El día después de esta charla,el sábado 29 de Marzo tuvimos nosotros la presentación de Monsterworld número 12 en Zaragoza.Recuerdo que comentamos lo mucho que nos hubiese gustado estar en esta mesa redonda.Gracias por el trabajo que te has pegado transcribiendo todo lo que allí se dijo para que los que no acudimos podamos enterarnos de todo lo que se habló en el emblemático Cine Doré aquel Viernes.

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    1. Igualmente me hubiera gustado asistir, Jesús, a la presentación de ese gran nº 12 de "Monster World", publicación que ya ocupa, sin discusión alguna, un lugar mítico en el mundo del fandom y a la que me enorgullece aportar mi granito de arena, así como colaborar con tan entusiasta equipo.
      En cuanto a esta transcripción de la presentación de "Cine-Bis" en Filmoteca, creo que era obligado publicarla aquí para que todos nuestros lectores y seguidores pudieran compartir con nosotros la emoción de aquel día inolvidable en Madrid.
      ¡Larga vida a “Monster World”, Jesús!

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  4. Gracias por la mención, Javier! ¡Un abrazo!
    Pablo Fernández

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    1. Pablo, ya sabes que para mí eres parte indisoluble del equipo de “Quatermass”, así como de “Cine-Bis”. Por una cuestión de amistad, desde luego, pero también por la excelencia de tus textos. Y así se da la rara confluencia de dos factores que hoy en día no tienen precio: ser una estupenda persona y encima un profesional de talento. ¿Qué más se puede pedir?
      ¡Un abrazo, Pablo!

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