domingo, 30 de marzo de 2025

EL MES DE LAS SOMBRAS ALARGADAS, de Marian Salgado

Tengo el placer de anunciaros que ya está a la venta el último libro que he editado hasta la fecha con mi sello Quatermass Ediciones: se trata de EL MES DE LAS SOMBRAS ALARGADAS, una antología de veinte magníficos relatos firmados por MARIAN SALGADO, donde se alternan drama, humor, suspense, fantástico, horror… Muchos recordareis a la autora por su temprana carrera como actriz en cine, televisión, teatro, radio y doblaje —puso voz española a Linda Blair en El exorcista (1973)—, y sus inolvidables actuaciones en clásicos del fantaterror como La endemoniada (Amando de Ossorio, 1974), El extraño amor de los vampiros (León Klimovsky, 1975), ¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1975), Aquella casa en las afueras (Eugenio Martín, 1979)…


Para mí ha sido un auténtico privilegio trabajar codo con codo con Marian y disfrutar de su enorme talento como escritora. Ambos estamos muy contentos con el resultado, y ojalá que disfrutéis con la lectura de EL MES DE LAS SOMBRAS ALARGADAS tanto como nosotros durante su confección; el libro contiene veinte espectaculares ilustraciones exclusivas, además de un prólogo del artista y cantante pop Paco Clavel, y un epílogo del veterano periodista Antonio Casado (fue el primero que la entrevistó recién llegada a España en 1969, con 6 añitos y fama como escritora precoz en su Chile natal).
Para información y pedidos podéis escribir a QUATERMASS@HOTMAIL.COM, donde os informaré del proceso de compra (PVP, forma de pago, gastos de envío, etc.).
¡Muchas gracias, amigos!





domingo, 2 de febrero de 2025

HIPPY MONSTERS. Colección de 84 cromos adhesivos

Revolviendo entre los miles de cachivaches que se acumulan en mi trastero, me encuentro con diversos álbumes de cromos fechados en las décadas de los 60 y 70, también alguno de los 80. En mejor o peor estado de conservación surgen del fondo de diversas cajas los álbumes de La pantera rosa, Bambi, Heidi, Las aventuras de Pinocho (la serie dirigida por Luigi Comencini), Mazinger Z, La guerra de las galaxias, Galáctica, Supermán, los míticos Kalkitos… y un montón más. Por desgracia, uno que me encantaba de verdad, Carnaval de monstruos, y cuya colección mi hermano y yo habíamos conseguido completar, se volatilizó en algún momento y durante décadas lo dimos por perdido; hasta no hace mucho: buscando entre coleccionistas y vendedores de segunda mano, he conseguido reunir de nuevo todos los cromos y el álbum en perfecto estado (le dedicaré una entrada próximamente a esta alucinante colección). 
No obstante, hoy quiero hablar de otra maravilla especialmente entrañable y que marcó mi infancia: HIPPY MONSTERS. Lo editaba nada menos que Gallina Blanca, esta veterana marca de alimentación fundada en Barcelona en 1937 (al principio con el nombre “Gallina de Oro”). A mediados de los años 60 comenzó a sacar golosinas, sobre todo chicles, con cromos que podían coleccionarse en los álbumes correspondientes, cuyos asuntos iban de las artes marciales (aprovechando el boom de ese tipo de cine que, en los 70, colonizaba nuestras pantallas) al omnipresente fútbol, pasando por personajes de los cómics Bruguera, animales, caricaturas de actores, temas históricos, tecnología, etc., así como figuritas de plástico de toda índole. 
Pues bien, en 1974 Gallina Blanca puso en los quioscos esta divertida colección de 84 cromos autoadhesivos, incluidos en el sobrecito de los chicles Dunkin. Mi hermano y yo enseguida nos enganchamos a estos preciosos dibujos de aire pop donde se caricaturizaban los monstruos clásicos: Frankenstein, Drácula, el hombre lobo, la momia, el Dr. Jekyll… Además, si te salía el “cromo premio” podías canjearlo en la tienda por una chapa o una camiseta, ambas reproduciendo alguna de las figuras de los cromos. La autoría de los ingeniosos diseños continúa siendo un misterio, pero sin duda el ilustrador se merece un aplauso. 
Hoy quiero compartir con vosotros estos recuerdos de infancia y adolescencia. Así que aquí os dejo el álbum completo, que, debido al componente sentimental, imagino disfrutaréis más los de mi generación.












viernes, 24 de enero de 2025

ALFRED HITCHCOCK Y LOS TRES INVESTIGADORES

Cuando uno llega a cierta edad parece inevitable ponerse pelín nostálgico, así que traigo a colación una entrañable serie de libros publicada en nuestro país, desde mediados de los años 60, por la mítica Editorial Molino, Alfred Hitchcock y los tres investigadores, de tan grata memoria para mi generación. Para el recuerdo de quienes disfrutamos de estas lecturas y el conocimiento de los nuevos aficionados, os adjunto seis láminas con todas las portadas de la saga.
Aquellos volúmenes, repletos de enigmas, misterio y unas gotas de terror, escritos en estilo sencillo y asequible, suponían entretenimientos ideales para niños y adolescentes, además con el reclamo del maestro Hitchcock en portada, quien también solía intervenir al principio y al final de cada historia, animando a los tres jovencitos aprendices de detective. La serie, originaria de los EE.UU., se tradujo y distribuyó en nuestro país, con notable éxito, en tres etapas: la primera (la mejor), del nº 1 al 43; la segunda, breve, sólo cuatro números y en formato librojuego, muy popular en los años 80 (tú mismo elegías el derrotero de las pesquisas y el desenlace), añadía al título genérico el reclamo "Necesitan tu ayuda"; y la tercera, bajo el epígrafe "Nueva etapa", modernizaba a los tres chavales de acuerdo con la idiosincrasia propia de los años 90 a lo largo de 11 números más. El creador de los personajes y firmante de los primeros volúmenes fue el prolífico escritor Robert Arthur (llegó a guionizar seis episodios de Alfred Hitchcock presenta y un par de sus relatos los adaptó nuestro Chicho Ibáñez Serrador en su Historias para no dormir), a quien tras su muerte en 1969 sustituyeron William Arden, Nick West, Mary Virginia Carey, Marc Brandel, Rose Estes, G.H. Stone, William McCay, Peter Lerangis y el matrimonio Megan y H. William Stine.
En cuanto a Hitchcock, lo cierto es que su implicación con la saga literaria fue tan sólo comercial: prestó su nombre e imagen a cambio de unos suculentos cheques. Cuando falleció, en 1980, la editorial yanqui, Random House, le reemplazó por un escritor ficticio, Hector Sebastian, aunque aquí Molino continuó presentando el nombre y efigie del cineasta en las portadas hasta el final. Cubiertas, por cierto, que en España firmaron tres buenos ilustradores: Ángel Badía Camps (28 portadas, mis preferidas), Antonio Bosch Penalva (sólo dos, también preciosas) y José María Miralles, quien tomó el relevo en las décadas de los 80 y 90. Aquí os dejo sus trabajos, en este pequeño viaje al pasado.